“Hallazgo, identificación, primera exhumación y traslado de los restos mortales de la sierva de Dios (1925)”.
Talarn
“Desde hace muchos años perseguía de poder hallar los restos de la que fue la fundadora del Instituto”. Con estas palabras la madre Josefa Oriol Isern, daba comienzo al acta de hallazgo de los restos de la Sierva de Dios en Septiembre de 1925 (infra, 4). En su empeño por dar a conocer hasta el último detalle de la vida, la muerte y la sepultura de la madre Janer en la biografía que tres años después vería la luz, la madre Oriol Isern no cesó hasta que pudo encontrar y guardar de manera digna todos los huesos del cuerpo de la Sierva de Dios en un nicho que desde la galería del colegio de Talarn pudiera verse de manera que“todas las religiosas puedan todos los días visitar estos venerados restos” (infra, 8).