Aquest blog intenta fer un petit homenatge a la Beata Anna Maria Janer, i deixar constància de la seva "presència actual". Amb aquest objectiu es realitza una recopilació del que ha estat la seva vida i la trajectòria de la congregació de les germanes de la Sagrada Família d'Urgell.


1925, primera exhumació i trasllat de les restes mortals de la Mare Janer



 “Hallazgo, identificación, primera exhumación y traslado de los restos mortales de la sierva de Dios (1925)”.


Talarn
      “Desde hace muchos años perseguía de poder hallar los restos de la que fue la fundadora del Instituto”. Con estas palabras la madre Josefa Oriol Isern, daba comienzo al acta de hallazgo de los restos de la Sierva de Dios en Septiembre de 1925 (infra, 4). En su empeño por dar a conocer hasta el último detalle de la vida, la muerte y la sepultura de la madre Janer en la biografía que tres años después vería la luz, la madre Oriol Isern no cesó hasta que pudo encontrar y guardar de manera digna todos los huesos del cuerpo de la Sierva de Dios en un nicho que desde la galería del colegio de Talarn pudiera verse de manera que“todas las religiosas puedan todos los días visitar estos venerados restos” (infra, 8).



       A través de la documentación conservada, podemos seguir con todo detalle las diligencias practicadas. Según unas memorias que se guardan en el archivo principal de Urgell, y, con algunas variantes, también en el archivo histórico de la Sagrada Familia de Urgell, en el registro de enterramientos del año 1900 consta que los restos de la madre Janer habían pasado del nicho n.5, que ocupaban hasta ese momento, al osario n.1 junto con otros (infra 9).

      Lo primero que hace la madre Josefa Oriol, el 12 de septiembre de 1925, es entrevistarse con el párroco de Gerri de la Sal, mosén Francisco Roca Llinás, que era el capellán de la casa de Talarn en el momento de la muerte de la madre Janer. Durante el encuentro, el párroco afirma que como no le gustaba el sitio donde pensaban enterrar a la Sierva de Dios, hizo abrir un hoyo en el mismo cementerio y colocó una piedra encima del ataúd “presintiendo depositaba allí un ser admirable y que toda su vida había sido un portento de caridad, adornada de todas las virtudes” (infra, 2 y 3).

       Al lado del cadáver se descubre la piedra de diez quilos que el párroco hizo colocar y con el pico se rompe el tubo de cristal depositado en el momento del entierro por la madre Josefa Oriol Isern.

       A las cinco y media de la tarde son separados los restos y la piedra hallada. Todos los presentes besan el cráneo de la madre Janer pidiendo gracias. 16 de septiembre. A primera hora de la mañana se celebra una misa de acción de gracias por el hallazgo de los restos. Se canta el Te Deum.

      La madre Oriol Isern colocó dentro de la urna de zinc, junto con los restos de la madre Janer, un tubo de metal que contenía el documento en que constaba su delegación para actuar en este asunto (infra, 1) que nos permiten seguir el desarrollo de los hechos hasta el cierre definitivo del nicho donde descansarían los restos de la sierva de Dios hasta su posterior traslado en 1951.
Font: pàgina provincia.